martes, 13 de abril de 2010

"La vida mancha", cuando ser perfecto no es suficiente

La vida mancha, no es una película que desentrañe criterios sociológicos totalmente reconocidos. Cubre más lo que es el espacio de lo extraño, lo desconocido y lo mucho que se puede desencadenar una situación incontrolada. Además, el espectador al ver la película, reconoce sus prejuicios y clichés con distintos roles establecidos por cada uno de los personajes, algo que va cambiando a medida que avanza el film.

La película se centra en tres personajes básicos, que acaba protagonizando un triángulo amoroso: Fito, es camionero y ludópata. Su sueldo se lo gasta jugando y perdiendo, mientras engaña a su mujer diciéndole que no le pagan. Trabaja muchas horas en la carretera y eso hace que desatienda a su mujer, con el único afán de ganar dinero para jugar. Juana es su esposa. Con su trabajo en una oficina, mantiene económicamente a la familia y el cuidado de su hijo recae básicamente en ella, lo cual le genera un evidente estrés. Pedro es la otra cara de moneda de Fito. Es su hermano, pues comparten madre, pero no padre. Aparentemente es un triunfador, que ha vivido durante años en Londres, sin desvelar el motivo por el cual se fue. Es introvertido, educado y siempre va bien trajeado.

La familia tiene problemas económicos, generados por el juego de Fito. Ante esto, Pedro presta dinero a su hermano. El poder adquisitivo de Pedro es alto. Sin embargo no se le conoce profesión y ante la pregunta de su dedicación, dice que se ha dedicado a “levantarse temprano”. En una escena de la película, Pedro venga todas las derrotas en el juego que obtiene su hermano, ganando mucho dinero haciendo trampas ¿Puede que esta haya sido la profesión de Pedro en Londres? La película no desentraña este misterio, pero esta opción parece más que probable. 

El trabajo de Fito hace que pase mucho tiempo fuera de su casa y Pedro empieza a intimar más con su cuñada Juana. La atracción entre los dos, parece más que evidente, pero no parece que pase de ahí. Empero a medida que pasa la película, se vislumbra la envidia de Pedro ante todo lo que tiene Fito, especialmente a su familia, su hijo y su mujer. A pesar de que Fito es un desastre y él tiene apariencia de triunfador, Pedro desea lo que tiene Fito, mientras Fito evidencia un infantil cariño hacia su hermano, al que hace años que no ve. Finalmente, Pedro se declara a Juana, pero Juana no renuncia a su familia por él, demostrando un amor a pesar de todo, por Fito.

El mensaje más importante que podemos sacar de esta película, es que las apariencias no determinan la realidad en todas las ocasiones y son, en cambio, prejuicios instaurados. El fondo de las personas, es el que determina su felicidad y no su fachada. 

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